
América Latina está viviendo una primavera fintech. A contracorriente de la tendencia global, donde la inversión en fintechs cayó un 13% en 2024, las más de 2,200 startups financieras de la región registraron un aumento del 86% en financiamiento de capital. Se trata del tercer mejor año histórico para el sector en la región, solo detrás del boom de 2021 y 2022. Así lo indica el reciente reporte de Boston Consulting Group (BCG) y QED Investors, “Fintech’s Next Chapter: Scaled Winners and Emerging Disruptors”.
“Las fintechs latinoamericanas crecieron 37% en ingresos interanuales, muy por encima del 22% registrado por las fintechs estadounidenses. A nivel global, los ingresos fintech aumentaron 21% hasta alcanzar los US$378 mil millones en 2024, más del triple del crecimiento registrado por la industria financiera tradicional”, precisó Gonzalo Troncoso, managing director & partner de BCG.
Los segmentos con mayor tracción en América Latina incluyen adquirencia y SaaS vertical, bancos digitales, plataformas de criptomonedas y modelos de “compra ahora, paga después”, (BNPL por sus siglas en inglés), todos ellos mostrando crecimiento rentable y escalable. Esta evolución refleja el paso de un enfoque de “crecer a toda costa” a uno de crecimiento sostenible: el margen EBITDA promedio de las fintechs públicas globales subió de 12% en 2023 a 16% en 2024.
Tecnología y regulación empujan una nueva frontera
La inteligencia artificial está llamada a ser una tecnología fundacional para las fintechs, comparable al impacto de Internet o la telefonía móvil. Los agentes IA ya están transformando el desarrollo de productos y acelerando los tiempos de lanzamiento, mientras que las herramientas de inteligencia artificial generativa permiten a nuevos fundadores crear productos mínimos viables (MVP) en tiempos récord.
En paralelo, las finanzas en cadena están encontrando su valor real en el mercado. Las stablecoins se consolidan como herramientas de valor global, y la tokenización de activos líquidos, como bienes raíces, bonos y crédito privado, abren nuevas oportunidades. El entorno regulatorio sigue siendo clave: iniciativas como la regulación del Reino Unido sobre los pagos aplazados (BNPL) y su enfoque progresivo hacia el Open Banking muestran el camino para equilibrar innovación y protección al consumidor.
Un mercado con mucho por explorar
A pesar del avance, la penetración de las fintechs sigue siendo baja en muchos mercados y segmentos. Hoy, solo el 3% de los ingresos globales de banca y seguros han sido captados por fintechs. Además, el 61% de los ingresos del sector a nivel global está en manos de las fintechs más grandes en el mundo, aquellas con más de 500 millones de dólares en ingresos anuales. En otras palabras, el mapa actual de la industria se asemeja a un queso suizo: con avances notables, pero aún con muchos espacios vacíos por explorar.
El informe de BCG señala cinco grandes tendencias que marcarán el futuro. Primero, la inteligencia artificial se consolidará como un motor transversal de productividad y personalización.
Además, se observará una creciente adopción de las finanzas en cadena, impulsada por una mayor claridad regulatoria. También se espera que los bancos digitales alcancen la rentabilidad, priorizando la expansión de productos por encima de la internacionalización.
Otro punto clave es la oportunidad de 280 mil millones de dólares en préstamos fintech, apalancados por crédito privado. Finalmente, el crecimiento estará liderado por fintechs emergentes, especialmente en los segmentos B2B, infraestructura financiera y préstamos.
“Pese a la volatilidad global, América Latina está liderando una nueva ola de transformación financiera. La región no solo atrae capital, sino que también demuestra capacidad de generar crecimiento rentable e innovación con impacto real. La primavera fintech está en marcha”, finalizó Troncoso.