La pérdida mundial de tierras fértiles y el aumento de las sequías serán el tema central de la 23.ª sesión del Comité de Examen de la Aplicación de la Convención (CRIC23), que reunirá esta semana en Panamá a los 197 Países Partes de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD).
La reunión se celebra en un momento crucial. Si las tendencias actuales continúan, para 2050 un área de 16 millones de kilómetros cuadrados, casi del tamaño de Sudamérica, estará en proceso de degradación, mientras la demanda mundial de alimentos, agua y energía siguen aumentando.
La secretaria ejecutiva de la CNULD, Yasmine Fouad, afirmó: “La resiliencia de nuestras comunidades, economías y ecosistemas depende de la salud de la tierra. Sin embargo, seguimos degradando cada año una superficie del tamaño de Egipto, erosionando la capacidad de la tierra para producir alimentos, almacenar agua, sustentar la biodiversidad y proteger a las personas de las sequías, las inundaciones y las tormentas de arena y polvo. Invertir en la gestión sostenible de la tierra, la restauración de la tierra y las soluciones basadas en la naturaleza no solo es una necesidad medioambiental, sino también un imperativo para el desarrollo y una inversión estratégica en la estabilidad, la prosperidad y la paz”.

De Riad a Ulán Bator
La CRIC23 examinará los progresos realizados en la aplicación de las decisiones adoptadas en la 16.ª reunión de la Conferencia de las Partes (COP16) de la CNULD, celebrada en Riad (Arabia Saudita) en diciembre del 2024, y debatirá la hoja de ruta de la Convención para después de 2030.
La reunión celebrará sesiones temáticas sobre la tenencia de la tierra como base para las inversiones en tierras saludables, acogerá la segunda reunión del Grupo de Género para dar voz a las mujeres, que se ven afectadas de manera desproporcionada por la degradación de la tierra y la sequía. De igual manera se celebrará el primero de los tres diálogos informales y voluntarios sobre la resiliencia a la sequía. Las recomendaciones del CRIC23 servirán de base para la toma de decisiones de los 196 países Partes en la Convención y la Unión Europea antes de la próxima COP17 de la CNULD, que tendrá lugar en Ulaanbaatar (Mongolia) en agosto de 2026.
El Pacto de Panamá con la Naturaleza
Panamá ha presentado oficialmente su Pacto con la Naturaleza, una hoja de ruta que unifica los esfuerzos nacionales para hacer frente a la degradación de la tierra, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, con el fin de aprovechar las sinergias entre las tres Convenciones de Río y avanzar más rápidamente en todos sus objetivos interrelacionados. Como parte de su Pacto con la Naturaleza, Panamá tiene previsto restaurar 100,000 hectáreas de ecosistemas degradados para 2035.

Juan Carlos Navarro, ministro de Medio Ambiente de Panamá, declaró: “La naturaleza es la columna vertebral de la economía mundial. El Pacto de Panamá con la Naturaleza muestra nuestro compromiso con la restauración de cuencas hidrográficas críticas, la protección de los bosques y el fomento de prácticas agrícolas sostenibles como medio para fortalecer la resiliencia de nuestra economía y nuestras comunidades. El Fondo Panamá Natural a su vez garantiza acciones de conservación en el terreno a largo plazo. No hay tiempo que perder: debemos cuidar urgentemente y para siempre de la naturaleza, para que la naturaleza pueda seguir cuidando de nosotros por siempre”.
Panamá, signatario de la CNULD desde 1996, se ha comprometido en alcanzar la neutralidad en la degradación de las tierras para 2030, ha identificado 31 puntos críticos y está impulsando programas de reforestación y adaptación del Corredor Seco, lo que subraya su papel como anfitrión del CRIC23. Este año, Panamá se ha convertido en el primer país en acoger las reuniones de las tres Convenciones de Río en el mismo año.
