Ubicado en el corazón del Pacífico panameño, Grand Decameron Panamá, A Trademark All Inclusive, se ha consolidado como un referente de hospitalidad y sabor local, impulsando la gastronomía panameña y fortaleciendo a la comunidad que lo rodea. Bajo la guía del chef Nibaldo Escobar, el hotel ha construido una oferta culinaria donde los visitantes, como bien indica, pueden “sentir la patria”.
“El 50% de nuestros huéspedes son panameños y el otro 50% extranjeros, y eso nos motiva a mostrar con orgullo nuestra identidad a través de la comida”, afirma Escobar. Todos los martes, el resort celebra el “Día Panameño”, una jornada dedicada a desayunos, almuerzos y cenas típicas, convirtiendo esta tradición semanal en un espacio para compartir los sabores más representativos del país.
Uno de los escenarios más icónicos del complejo es el restaurante El Pilón, donde la cocina panameña se expresa en recetas como el pescado frito con patacones, la corvina, el pargo y el plato insignia: camarones a la bocatoreña con langostinos y salsa de coco. “Cuidamos cada detalle, desde la presentación hasta el ambiente, para que el visitante viva una experiencia 100% panameña”, comenta el chef.
Durante las celebraciones del mes de la patria, el Grand Decameron reforzó su espíritu nacional con eventos al aire libre, desfiles internos y actividades en las que los huéspedes participaron en la preparación de carnes en palito, chorizos, asados y ceviches. El chef también destacó la emblemática piña colada servida en la propia fruta, un símbolo del sabor local. “Nos gusta que los visitantes vivan Panamá con los cinco sentidos y tienes que hacer que se enamoren”, agrega Escobar.

Más allá de sus eventos y espacios típicos, el hotel ofrece una amplia variedad de restaurantes temáticos que incluyen cocina italiana, mexicana, tailandesa y japonesa, además de opciones locales como el restaurante El Canal, especializado en mariscos. “Cada restaurante tiene su esencia, pero todos comparten un mismo principio: ingredientes frescos y de calidad”, enfatizó el chef.
Ese enfoque se refleja igualmente en el apoyo a los productores nacionales, una política clave dentro del modelo sostenible del resort. “No compramos productos importados; trabajamos directamente con pescadores y agricultores panameños. Es una forma de garantizar frescura y al mismo tiempo fortalecer la economía local”, comentó.
Con una propuesta que combina autenticidad, innovación y compromiso social, Grand Decameron Panamá reafirma su posición como un destino donde la gastronomía no solo alimenta el paladar, sino también el sentido de identidad y pertenencia panameña. Así, el hotel no solo ofrece un hospedaje memorable, sino una inmersión profunda en la esencia del país. Entre sabores tradicionales, técnicas actuales y una comunidad fortalecida, invita a cada huésped a descubrir y enamorarse de la riqueza cultural y culinaria de Panamá.
